Noche de San Valentin - KiriBaku -

Noche de San Valentín



Kirishima golpeó la puerta y empezó a esperar ansioso mientras se arreglaba el pulcro traje que traía puesto.

Después de unos cuantos y largos minutos le contestaron.

— Vete —se escuchó desde dentro de la habitación, el volvió a golpear— VETE IMBÉCIL, SON LAS DOS DE LA MAÑANA— haciendo caso omiso a las palabras dirigió su puños nuevamente hacia la puerta, pero esta vez con golpes más fuertes y repetidos. Finalmente le abrieron.

Frente suyo se encontraba un enojado y medio dormido Bakugou, cuando este iba a insultarlo el lo empujó levemente y se adentro a la habitación.

— ¿Qué estás haciendo? —dijo el rubio mientras intentaba reaccionar a la apariencia de quien se encontraba en frente.

Kirishima sin responder se acercó y lo beso, al mover la lengua contra sus dientes y finalmente lograr que el otro abriera la boca, logro pasarle un chocolate que llevaba escondido. Bakugou intento separarse, pero Kirishima afirmó mas el agarre sosteniéndole firmemente la cabeza. La lengua del pelirrojo jugaba recorriendo los sectores de la boca buscando compañía, cuando finalmente Bakugou se la prestó se centraron en un profundo beso donde el chocolate jugaba un papel fundamental. Cuando el dulce ya se hubo derretido y el rubio empezó a notar la mano de Kirishima aventurándose en su zona inferior, decidió detener el beso y empujarlo con fuerza.

Éste respondió con una sonrisa de oreja a oreja y luego acomodando el traje.

— ¿Qué fue eso?, había dicho que no festejaríamos esta idiotez —dijo Bakugou limpiándose la boca. Kirishima desvió la mirada avergonzado.

— Tu dijiste, yo quería hacer algo —el otro respondió con una mirada de cansancio— San Valentín sirve para mostrarle a tu pareja que la amas, yo quería hacer eso.

Bakugou dio una risa ácida y negó con la cabeza.

— ¿Mostrarle a tu pareja que la amas?, LO HACES CADA CINCO MINUTOS —suspiró— y está empezando a cansarme. Además, ¿Por qué el traje? —señalo.

— Quería que sea especial, —respondió orgulloso— es nuestro primer día de los enamorados siendo pareja —le toma las manos— vamos... ¿no te gusta cómo me queda?—se acercó y le susurro al oído— ¿no te gusto el beso?

— El beso, fue simplemente eso, un beso —alejándolo y separándose— y con el traje te vez ridículo. —pensó en otra cosa— Y DEJA DE APROVECHAR CADA OPORTUNIDAD PARA MANOSEARME EL CULO.

Kirishima se rió y nuevamente se acercó para abrazarlo.

— Es que es tan tentador... —le dio pequeños besos en el cuello— ¿sabes que te amo verdad? —Al decir esto ponía sus manos en su espalda y lentamente iba bajando, Bakugou lo detuvo alejándole la cara.

— Vete, tenemos que dormir para mañana —cuando se separaba del abrazo y se encaminaba a su cama, se giró y dirigió su mirada a Kirishima— ¿Por qué me pasaste un chocolate por la boca?

Éste no podía entender la pregunta, pensó que ya había quedado claro que era San Valentín. Bakugou al ver su cara de confusión giro los ojos y se explicó.

— Porque por la boca y no normalmente, cabello de mierda—remarcó.

El otro afirmó con la cabeza dando en entender que había comprendido y luego enarcó la ceja.

— ¿Por qué sino no hubieras aceptado?— acercó su mano hasta la cara de Bakugo y pellizco su mejilla, este la corrió al instante— armas muchos problemas por nada, Blasty.

Bakugou lo miró por un momento y luego se dirigió, finalmente, hasta la cama. Se quedó pensando, mirando hacia el piso, mientras se sentaba. Kirishima ya sintiéndose con sueño empezó a acercarse a la puerta.

— Espera —lo interrumpió cuando acercaba su mano al pomo de la puerta.

— ¿Si? —giró para verlo.

— No sé ni me interesa cuando se suele hacer, —empezó— pero vayamos este sábado al cine para devolverte lo del chocolate.

Kirishima miró sorprendido a su novio, y más sorprendido a aquel pequeño rubor que empezó a asomarse. Sin contenerse, fue corriendo a su encuentro y a saltar sobre él, para a continuación llenarlo de pequeños besos. Por cada promesa de amor eterno, Bakugou lo empujada y le decía que se largara; aunque hay que aclarar, no con mucha fuerza.

El pelirrojo se levantó lo suficiente para poder verle el rostro, le corrió el pelo de los ojos para poder verlo mejor.

— No bromeo cuando digo que te amo

— Estoy al tanto

Se miraron un momento más en silencio, hasta que Kirishima lo cortó.

— ¿Me puedo quedar esta noche?—dijo esperando un no por respuesta. Bakugou levantó las manos y las paso por el pecho de Kirishima, para empezar a desabotonar lo botones de la camisa.  

Levantó la mirada para observar como su pareja iba asomando una sonrisa picara en su rostro, luego bajo su mano para empezar a tocar su estómago, cintura y abdominales que tanto le fascinaban.

—Solo un par de horas —fue corriendo una mano hasta posarla en la espalda, mientras la otra la dirigía a la cabeza. Para a continuación, acercarla hacia sí— después de todo es San valentín —lo beso.